La economía lineal que ha prevalecido hasta el momento genera impactos negativos, que ya son insostenibles para el planeta.
La Perspectiva de los Recursos Mundiales 2019 de ONU Medio Ambiente, dejó a la luz que, desde 1970, la extracción de recursos ha aumentado a más del triple; la extracción y el procesamiento de materiales, combustibles y alimentos contribuyen con la mitad del total de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) y con más del 90 por ciento de la pérdida de biodiversidad. Además, estimó que para 2060, el uso mundial de materiales podría llegar a 190 mil millones de toneladas, mientras que las emisiones de gases de efecto invernadero podrían aumentar en un 43 por ciento.[1]
Por otro lado, el Informe de la ONU sobre contaminación por plásticos estimó que en 2015 los plásticos estuvieron relacionados con la producción de 1,7 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2). También destacó que el plástico representa el 85 por ciento de los residuos que llegan a los océanos y advirtió que, para 2040, su volumen casi se triplicará a una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas, es decir, alrededor de 50 kg de plástico por metro de costa en todo el mundo.[2]
Pero, ¿qué papel tiene la industria del mueble en esta crisis?
Tan solo en 2021, este sector generó alrededor de 50 millones de toneladas globales de desechos. La mayoría de ellos, residuos sólidos compuestos principalmente por aserrín, virutas, restos de chapa y tablero, recortes de madera, metal, espuma, plástico y cristal, que terminan incinerados o abandonados en vertederos.
Dentro de los residuos peligrosos generados por esta industria se encuentran envases de pegamentos o adhesivos, botes de pintura, barnices, tintes, productos de limpieza, bidones de disolventes y baterías usadas, entre otros, los cuales requieren, incluso, de un manejo autorizado.[3] Por otro lado, también produce contaminación por ruido, derivado de los procesos de predimensionado, planeado, cepillado, fresado, taladrado y lijado. Además de la formación de polvo, cuya inhalación, especialmente del proveniente de maderas duras, representa un riesgo para la salud y puede ocasionar graves enfermedades.[4]
Una publicación de la Asociación Nacional de Fabricantes de Tableros de España reveló que la producción de madera, principal materia prima de la industria del mueble, emplea alrededor de 1,2 GJ/m³ de energía y emite unos -838 Kg de carbono por metro cúbico. Asimismo, señaló que un tablero de aglomerado necesita unos 3,8 GJ/m³ de energía y emite -334 Kg de carbono por metro cúbico.[5]
En HEIMA estamos conscientes de que nos encontramos frente a una situación que requiere nuestro mayor compromiso para mitigar estos impactos. Está en nuestras manos realizar pequeñas acciones que generen grandes cambios para nuestro bienestar y el futuro de nuestro planeta.
La primera alternativa que te proponemos es apostar por la economía circular y hacer un cambio en tus patrones de consumo; es decir, tomar decisiones de compra más responsables y evitar productos de un solo uso.
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[1] Estamos devorando los recursos de la Tierra a un ritmo insostenible (unep.org) [2] Informe de la ONU sobre contaminación por plásticos advierte sobre falsas soluciones y confirma la necesidad de una acción mundial urgente (unep.org) [3] Articulo Duwal Aspe 5611 (1).pdf (unimilitar.edu.co) Soluciones medioambientales en carpintería y mueble - Mobiliario (interempresas.net) [4] Industria de la Madera – Estrucplan [5] Cambio climático OTRO.qxd (anfta.es)
FUENTES: